viernes, 10 de julio de 2015

La Ciudad del Renacimiento


El Renacimiento fue un movimiento cultural de los siglos XV y XVI, iniciado en Italia y propagado por Europa. El término adquirió, desde entonces, connotaciones políticas, económicas e incluso religiosas. Desde el punto de vista artístico y citadino, es importante destacar que su producción y legado impregnó por los siglos a las más importantes ciudades bajo su influjo; tanto en arte religioso como en arte civil.

Desde el punto de vista de la arquitectura y el urbanismo, los renacentistas tenían las enseñanzas de la antigüedad romana y en especial el códice de Vitrubio. Con todo ello y dado el típico espíritu de los hombres de la época, se puede afirmar que la ciudad ideal del renacimiento era más una construcción intelectual y utópica.

Según el tratado sobre los cuatro vientos de Vitrubio la figura ideal de la ciudad renacentista sería:


"Una ciudad cuya planta es un octógono rodeado de murallas. Cada lienzo de muralla se opone a un viento. En los ángulos del octógono, torres circulares muy salientes. Las razones de índole militar se suman a las consideraciones meteorológicas. La figura de la ciudad no puede ser cuadrada ni formada por ángulos muy salientes. Debe ser un recinto para poder ver al enemigo desde varios lugares; los ángulos avanzados no son propios para la defensa y son más favorables a los sitiadores que a los sitiados"




Las características de la Ciudad del Renacimiento son:
Regularidad: las ciudades tienden a la circunferencia (estrella, octógono o circunferencia) y sus calles o son ortogonales o tienden al radiocentrismo.

Estética: es imprescindible la belleza.

Orden: cada cosa está en su sitio. Las malaterías y edificios que desprenden olores se sitúan en la zona por donde sale el aire de la ciudad. La ciudad se construye en octógono para refugiarse de los ocho vientos dominantes. Cada barrio se dedica a una cosa.

Calles: alineaciones rectas. No son un mero lugar de tránsito, sino un lugar donde contemplar los edificios.

Plaza: para reunión y contemplación de edificios.

Ahora bien, en esta época se construyen pocas ciudades, pero las que se hacen son por las siguientes razones: Razones militares, razones religiosas y por accidentes naturales que tiran viejas ciudades.

Las ciudades más representativas son Palmanova, en Italia, y Sicilia.



Por Paola Galindo

No hay comentarios:

Publicar un comentario